Los primates del Eoceno son los primeros Euprimates (primates de aspecto moderno) que existieron y están bien representados en diferentes yacimientos paleontológicos del Prepirineo catalán. En este sentido, el pequeño municipio de Sant Jaume de Frontanyà (Berguedà, Girona) es un enclave de referencia. Aunque muchos de los restos excavados allí durante el siglo pasado nunca habían sido nunca estudiados, en la última década, un grupo de investigadores e investigadoras del ICP se ha centrado en ellos y en pocos años han descrito varias especies nuevas para la ciencia de este grupo, como Necrolemur anadoni, Pseudoloris pyrenaicus o la misma Anchomomys frontanyensis, publicada en 2011.
Los restos de primates del Eoceno hallados en el Prepirineo catalán pertenecen a dos grupos taxonómicos: los adapiformes (emparentados con los lémures y loris actuales), y que pertenecen al grupo de los estrepsirrinos (conocidos a menudo como primates de "nariz húmeda"); y los omomyiformes (más emparentados con los tarseros actuales), y que son haplorrinos (primates de "nariz seca", como los humanos). Los adapiformes y los omomyiformes fósiles han sido tradicionalmente poco estudiado es la península ibérica, pero desde el punto de vista científico son muy interesantes para establecer las relaciones de parentesco con faunas actuales y analizar las características de unos animales que se sitúan en la base del grupo al que pertenecen los humanos.
Artistic reconstructon of an Eocene adapifrom (Oscar Sanisidro / Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont)
Esta semana, un equipo de investigación encabezado por Judit Marigó, investigadora Beatriu de Pinós del grupo de investigación en Paleoprimatología y Paleoantropología del ICP analiza en detalle el navicular del adapiforme Anchomomys frontanyensis en un artículo publicado en el Journal of Human Evolution. Este pequeño hueso del tarso del pie une el astrágalo (en la base de la tibia) y los cuneiformes y, hasta ahora, no se había estudiado nunca en ningún primate del Eoceno. El navicular es el tercer hueso del esqueleto postcraneal de esta especie que se analiza, tras el astrágalo y el calcáneo.
"El estudio de los huesos del pie nos permite deducir algunas características del comportamiento locomotor de esta especie", explica Marigó. El navicular de Anchomomys es relativamente largo, una característica que está relacionada con la agilidad en el salto de los primates. "Pensamos que Anchomomys debía ser más ágil que otros adapiformes aunque no estaba especialmente adaptado para el salto", comenta la investigadora. Su forma de locomoción seguramente era parecida a la de los quirogaleidos, una familia de pequeños lémures de hábitos nocturnos que en la actualidad sólo vive en Madagascar.
Por otra parte, la presencia de una faceta de articulación entre los huesos mesocuneiforme y cuboides hace pensar al equipo investigador que Anchomomys tenía una posición del pie más invertida (es decir, con las plantas de los pies "mirándose") que les permitiría agarrarse a las ramas pequeñas mejor que los omomyiformes. Estas diferencias habrían evitado la competencia entre los adapiformes y omomyformes del Eoceno ya que cada grupo habría ocupado espacios diferentes a la copa de los árboles.
Imagen principal: diferentes vistas del hueso navicular de Anchomomys frontanyensis (Judit Marigó / ICP)
Original article: Marigó, J., Minwer-Barakat, R., Moyà-Solà, S., Boyer, D.M. (2020). First navicular remains of a European adapiform (Anchomomys frontanyensis) from the Middle Eocene of the Eastern Pyrenees (Catalonia, Spain): implications for early primate locomotor behavior and navicular evolution. Journal of Human Evolution, 139, 102708. DOI: 10.1016/j.jhevol.2019.102708