El origen y las primeras etapas de la evolución de los pterosaurios, unos reptiles voladores que dominaron los cielos durante unos 150 millones de años coincidiendo con la era de los dinosaurios, ha sido un tema de gran interés científico desde el descubrimiento de los primeros fósiles de este grupo durante la segunda mitad del siglo XVIII. Cuando los pterosaurios aparecen en el registro fósil ya están completamente adaptados para el vuelo y son anatómicamente muy distintos a cualquier otro grupo conocido de reptiles. Más recientemente se ha considerado que los pterosaurios están estrechamente relacionados con los dinosaurios dentro del grupo más amplio de los arcosaurios (que incluye los cocodrilos y aves actuales, y sus parientes extintos), pero esta afirmación no ha sido aceptada unánimemente. Además, el origen y la evolución de su vuelo autopropulsado sigue siendo un misterio. Así, el origen de los pterosaurios y la identificación de sus parientes más cercanos se ha mantenido como uno de los mayores enigmas de la paleontología durante los últimos 200 años.
En un reciente artículo publicado en Nature, un equipo internacional aporta pruebas concluyentes de que los parientes más cercanos a los pterosaurios son los lagerpétidos, un grupo poco conocido entre los precursores de los dinosaurios, que vivieron en el antiguo supercontinente Pangea durante el Triásico, hace entre 237 y 210 millones de años. Los lagerpétidos se conocían principalmente por restos fósiles de la cadera y de las extremidades posteriores, pero hallazgos recientes de un cráneo y de restos de sus patas anteriores han confirmado su parecido anatómico con los pterosaurios. Además, gracias a imágenes obtenidas mediante microtomografía computarizada se reconstruido la anatomía de su sistema nervioso y sensorial. El cerebro y el oído interno de pterosaurios y lagerpétidos son parecidos, lo que sugiere que algunas de las especializaciones de los sistemas sensoriales de los pterosaurios evolucionaron antes de su capacidad de volar. Esta anatomía sugiere que los lagerpétidos tenían un buen sentido de equilibrio, lo que indica que probablemente eran animales ágiles.
Vértebras del tronco y la cola, cintura pélvica y miembros posteriores de un espécimen parcialmente preparado del lagerpétido Lagerpeton de la formación triásica de Chañares al Noroeste de Argentina. (Martín Ezcurra)
“Este estudio es el resultado del esfuerzo de un equipo internacional que ha combinado técnicas de análisis de última generación con estudios tradicionales. Es un buen ejemplo de cómo la ciencia moderna puede arrojar luz sobre cuestiones que han intrigado a los paleontólogos durante siglos”, afirma Martín D. Ezcurra (CONICET - Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”), primer firmante del estudio. Las relaciones evolutivas descritas en el artículo crean un nuevo paradigma para comprender el origen de los pterosaurios, proporcionando un marco teórico completamente nuevo para el estudio del origen de estos animales y su capacidad de volar. Por ejemplo, si bien los lagerpétidos establecen la condición ancestral para los orígenes de los pterosaurios, todavía carecen de algunas de las características clave de los pterosaurios, incluida la más destacada de ellas: las alas. En ausencia de información sobre la anatomía de los lagerpétidos, se requeriría una evolución muy rápida para explicar el origen de los pterosaurios. En cambio, si como sugiere el estudio se sitúa a los lagerpétidos como precursores de estos, los pterosaurios no evolucionaron más rápido que otros importantes grupos de reptiles en la adquisición de su inusual plan corporal.
Se han propuesto dos modelos para la evolución temprana de los pterosaurios: se originaron a principios del Triásico o incluso en el Pérmico (hace más de 250 millones de años) y tuvieron una larga historia evolutiva que no dejó ningún rastro en el registro fósil (el modelo 'Ice Berg') o bien se originaron en una fecha próxima a su aparición en el registro fósil y se expandieron y diferenciaron rápidamente (el modelo del "Big Bang"). “Las estrechas relaciones con los lagerpétidos apoyan el Modelo 'Big Bang’”, afirma el especialista en pterosaurios Fabio M. Dalla Vecchia (Grupo de Investigación de Ecosistemas de Dinosaurios, Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont).
Recreación de un esqueleto complete de un lagerpétido
Los lagerpétidos aparecieron en el registro fósil hace unos 237 millones de años, cuando los continentes se fusionaron en una sola masa de tierra llamada Pangea. Durante el Triásico, la Tierra era mucho más cálida, con altos niveles de CO2 en la atmósfera (4 - 8 veces los niveles actuales) y no había casquetes polares. La mayoría de las especies lagerpétidos conocidos son relativamente pequeños (de 10 cm a 1 m de largo, y un peso aproximado de entre 0,5 y 5 kg.). Algunos lagerpétidos tenían dientes especializados en forma de lápiz y con tres cúspides, probablemente para cazar insectos. La anatomía de las garras anteriores indica que los lagerpétidos usaban sus patas delanteras no solo para caminar sobre el suelo, sino también para trepar, arañar y/o cazar), un comportamiento que contrasta con los animales que son cuadrúpedos obligados.
Imagen principal: Recreación del aspecto en vida del lagerpétido del Triásico Ixalerpeton. (Rodolfo Nogueira)
Artículo original: Ezcurra, M. D., Dalla Vecchia, F. M., Agnolin, F. L., Nesbitt, S. J., Bronzati, M., Martinelli, A. G., da Silva, L. R., Cabreira, S. F., Gentil, A. R., Smith, N. D., Novas, F. E., Evers, S. W., Irmis, R. B., Benson, R., Stocker, M. R., Turner, A. H., Langer, M. C., & Egli, F. B. (2020). Enigmatic dinosaur precursors bridge the gap to the origin of Pterosauria. Nature. DOI: 10.1038/s41586-020-3011-4