El investigador del ICP Sergio Almécija publica esta semana un artículo en la revista Journal of Human Evolution que confirma que la especie conocida como Hispanopithecus laietanus, el representante más famoso del la cual es conocido popularmente como Jordi, caminaba de una forma particular que no ha sido observada en otros primates actuales. A partir del estudio de la tibia de Jordi se ha confirmado que H. laietanus combinaba la capacidad de escalar y trepar verticalmente con la habilidad de caminar a cuatro patas por encima de los árboles.
La locomoción de Hispanopithecus laietanus se conocía bastante bien con anterioridad, gracias al esqueleto de Jordi y, especialmente, por los abundantes restos de la mano de las que se dispone. Estos restos indicaban que H. laietanus no sólo tenía una postura ortògrada (erecta) adecuada para trepar verticalmente por los troncos y adaptaciones para suspenderse de las ramas como hacen la mayoría de de homínidos actuales (especialmente orangutanes y chimpancés), sino que también retenía adaptaciones similares a los monos arbóreos actuales para moverse de manera cuadrúpeda por encima de las ramas. Esta combinación de suspensión y cuadrupedismo arbóreo no se ha documentado en ningún otro homínido actual o fósil.
En este artículo que publica online esta semana la revista Journal of Human Evolution, se ha descrito y analizado en detalle una de las extremidades inferiores, concretamente la parte distal de la tibia del esqueleto de Jordi. Esta zona es la parte más cercana del tobillo, y es de gran valor para hacer inferencias locomotoras en fósiles porque refleja tanto el grado como el tipo de movilidad del pie. La investigación la han llevado a cabo el investigador del ICP Sergio Almécija, conjuntamente con Melissa Tallman (líder del proyecto) de la Grand Valley State University (Estados Unidos) y otros investigadores de la Universidad Central de Lancashire (Reino Unido) y del ICP.
En el estudio se ha comparado esta zona de la tibia de Hispanopithecus con el equivalente en otros 181 primates pertenecientes a 17 especies distintas entre hominoideos fósiles (como Proconsul o Sivapithecus), simios actuales como gorilas, orangutanes, chimpancés y gibones, así como monos del Viejo Mundo como macacos o násicos (estos últimos pertenecientes al género Nasalis, característicos por su prominente apéndice nasal). Las comparaciones numéricas se han hecho mediante morfometría geométrica en tres dimensiones, que permite comparar morfologías usando coordenadas tridimensionales homólogas entre distintos individuos.
Los resultados indican que la morfología de esta zona de la tibia es única en H. laietanus y que en determinados aspectos se asemeja a la de los hominoideos actuales (especialmente a la de los orangutanes y gibones), mientras que en otros aspectos es más cercana a los cercopitécidos o monos del Viejo Mundo. Esta posición exclusiva concuerda con los datos que se habían obtenido con el análisis de otras zonas anatómicas de esta especie.
Este trabajo refuerza la hipótesis de que los hominoideos del Mioceno poseían unos repertorios locomotores, es decir, se movían de un modo diferente a la de ningún otro primate actual, y en el caso de Hispanopithecus, combinando cuadrupedismo y suspensión arbóreos. Además, los resultados indican que la evolución de los grandes simios ocurrió en forma de mosaico, con pequeños cambios en diferentes partes del esqueleto, causando combinaciones de rasgos morfológicos inexistentes hoy día .
+info Tallman, M., Almécija, S., Reber, S.L., Alba, D.M., Moyà-Solà, S.(2013). "The distal tibia of Hispanopithecus laietanus: more evidence for mosaic evolution in Miocene apes." Journal of Human Evolution 64: 319-327.