La cesión temporal de los restos para su exposición en Barcelona es fruto de la colaboración que, desde hace años, mantienen el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y CosmoCaixa y que, en 2017, ya exhibió los esqueletos parciales de los tres hominoideos en el marco de la exposición temporal "Pau, Jordi y Laia: nuestros parientes del Mioceno". "Para nosotros, poder mostrar estos esqueletos en CosmoCaixa es una oportunidad extraordinaria para que la gente conozca el excepcional registro fósil del Mioceno de Cataluña", explica David Alba, director del ICP. En 2018, el antiguo Museo de la Ciencia de Barcelona batió su propio récord de público, con más de un millón de visitantes.
Vitrinas con los esqueletos parciales de Jordi (Hispanopithecus laietanus) y Pau (Pierolapithecus catalaunicus) en CosmoCaixa
Más allá de los tres hominoideos (dos de ellos -Pau y Laia- son holotipos, es decir los restos fósiles que permitieron describir una nueva especie) la nueva exposición exhibe los restos craneales y postcraneales de dinoterios de los yacimientos de Can Roqueta y Torre-romeu (Sabadell), Sant Quirze del Vallès y Autovía Orbital de Barcelona (Viladecavalls). Estos restos fueron recuperados en varias campañas de excavación y han podido ser preparadas para su exposición gracias a la colaboración con la Fundación Bancaria "La Caixa". Se exhiben en posición anatómica, tal y como se distribuirían en el animal en vida.
Cráneo y esqueleto parcial de dinoterio en posición anatómica
Los dinoterios son proboscídeos, remotamente emparentados con los elefantes actuales. Son uno de los mamíferos terrestres más grandes que jamás han poblado el territorio de la actual Cataluña, medían casi 7 metros de longitud y hasta 4,5 metros de altura. Su nombre significa 'bestia terrible'. Eso sí, eran herbívoros. Se caracterizaban por unas defensas (lo que en lenguaje llano llamamos "colmillos") curvadas hacia abajo, a diferencia de los elefantes actuales. Los dinoterios se extendían por Europa, África y Asia, pero se extinguieron poco antes de que aparecieran los primeros mamuts.
Finalmente, junto al bosque inundado, se pueden observar los fósiles de dos tortugas gigantes del género Titanochelon, provenientes del Ecoparque de Can Mata (Hostalets de Pierola). Podían llegar a medir hasta 1,3 metros de longitud y pesar más de una tonelada. Contaban con unas extremidades de aspecto robusto cubiertas de osteodermos -placas óseas que recubren la piel de algunos reptiles- a modo de coraza.
Cráneo y caparazón de las tortugas gigantes Titanochelon
“"Universo", desde el Big Bang hasta las últimas fronteras del conocimiento
A lo largo de 3.500 metros cuadrados, la sala Universo permite hacer un viaje apasionante por la ciencia. El recorrido estimula la curiosidad de los visitantes a partir de experiencias interactivas, objetos reales y reproducciones científicas y artísticas de máxima calidad.
Una gran campana que simula la expansión del universo, un biorreactor que muestra el futuro de la biotecnología, y un domo en forma de cerebro que permite observar la complejidad de este órgano constituyen los tres grandes ejes que articulan la sala Universo: Kósmos, Evolución y Fronteras. Los tres ámbitos quedan unidos por una pieza central, un globo terráqueo, con el objetivo de recordar a los visitantes su condición de habitantes del planeta.
Imagen principal: nueva recreación escultórica del aspecto en vida de Laia (Pliobates cataloniae) hecha por Quagga.
Más información:
- Jordi, Laia y Pau: tres hominoideos del Mioceno en CosmoCaixa
- Sala Univers (enllace externo)