En busca de los lagartos escondidos del Eoceno y Oligoceno

12 Jun 2017
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El investigador del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), Arnau Bolet, describe en un artículo en la revista Paleontología Electronica distintos taxones de lagartos y anfisbenas (un grupo de reptiles a menudo conocidos como "culebrilla ciegas") que vivieron en Cataluña hace unos 50 millones de años. En otro artículo publicado recientemente en Journal of Vertebrate Paleontology, el investigador también redescubre un fósil de lagarto que se creía perdido desde finales del siglo XIX.

Las faunas de escamosos (el orden que incluye, los lagartos, lagartijas y salamanquesas, así como de otros representantes sin patas como las anfisbenas, las serpientes o los luciones) del Eoceno de Cataluña son poco conocidas. A pesar de que durante la segunda mitad del siglo XX se llevaron a cabo muchas excavaciones en yacimientos del Eoceno, los restos correspondientes a la herpetofauna (reptiles y anfibios) permanecieron sin ser estudiadas, ya que el objetivo principal de estas campañas era el de recuperar restos de primates, muy abundantes en algunos yacimientos del Prepirineo y del Pirineo como Sossís (el Pallars Jussà) o Sant Jaume de Frontanyà (Berguedà).

En un artículo publicado en la revista Paleontología Electronica, Arnau Bolet, investigador del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont, identifica varios taxones de escamosos de diferentes localidades del Eoceno inferior de Cataluña como Masía del Hereuet, Fuente del Torricó , Barranc del Fusteró, Escarlà y la Roca (en la Cuenca Sur-Pirenaica) y la Morera (en la Cuenca del Ebro).El material proviene principalmente del lavado de sedimentos excavados en los años 90 y que no habían sido todavía estudiados.

Entre los grupos descritos, Bolet ha identificado restos que pertenecen a diferentes especies de iguánidos, agámidos (que comprende representantes actuales como Pogona o dragón barbudo), salamanquesas y posiblemente lagartijas.También ha identificado anfisbenas y ánguidos, dos grupos de reptiles sin patas, así como miembros de otros grupos que no tienen representantes actuales.

Algunos de los restos analizados en este estudio corresponden al género Geiseltaliellus (1 y 2), a iguánidos indeterminados (3 y 4), agámidos (5 y 6) o salamanquesas (7 y 8) (Arnau Bolet / ICP).

Por otro lado, este trabajo permite analizar cómo cambiaron estas faunas a lo largo del tiempo, comparándolas con las del Cretácico de algunos millones de años anteriores y posteriores de la asociación estudiada.Uno de los aspectos interesantes de estas faunas es que se trata de los primeros escamosos que se conocen en la región después de la gran extinción de finales del Cretácico que acabó con los dinosaurios no avianos, y que afectó a otros grupos faunísticos.Este artículo complementa estudios anteriores en los que se describió la fauna de lagartos y anfisbenas del Eoceno superior de Sossís.

El artículo publicado en el Journal of Vertebrate Paleontology por el mismo investigador y colaboradores refleja una situación que no es infrecuente en paleontología: el redescubrimiento de un fósil. La historia se remonta al 1877, cuando el famoso paleontólogo Henri Filhol describió una especie de lagarto nueva para la ciencia (Pseudeumeces cadurcensis), a partir de un ejemplar encontrado en Francia, más concretamente a una de las localidades del conjunto conocido como a Phosphorites du Quercy. Poco después, sin embargo, se perdió la pista del holotipo (el fósil original que sirve para describir una nueva especie). Más de 120 años más tarde, Bolet lo localizó en una visita a la American Museum of Natural History.

 

Comparación de la imagen dibujada por Filhol (A) del espécimen original y del fósil recuperado en Nueva York (B).Se observa que la imagen está invertida, debido a la técnica de impresión litográfica del siglo XIX (Arnau Bolet / ICP)

Aunque no se sabe exactamente cómo la pieza fue de París a Nueva York, parece que tuvo la culpa un intercambio de fósiles entre dos de los paleontólogos más importantes del siglo XIX, el americano Edward D. Cope y el ruso Vladimir Kowalevsky.En un primer momento Bolet no identificó que se trataba del fósil desaparecido y no fue hasta 2015 cuando, revisando las fotografías y las notas del viaje lo constató.

Pseudeumeces cadurcensis es la única especie del género, que pertenece al grupo de los lacértidos (una familia de reptiles que contiene, entre otras, las actuales lagartijas). Por robustez de sus mandíbulas y, sobre todo, de su dentición los investigadores aventuran que se alimentaba de animales con una cáscara dura.

Imagen principal: Salamanquesa común actual (Tarentola mauritanica). Foto: Arnau Bolet.

Més informació:

  • Bolet, A., J.-C. Rage, and J. L. Conrad. 2017. Rediscovery of the long-lost holotype of the lacertid lizard Pseudeumeces cadurcensis (Filhol, 1877). Journal of Vertebrate Paleontology. DOI: 1080/02724634.2017.1315669
  • Bolet, A. 2017. First early Eocene lizards from Spain and a study of the compositional changes between late Mesozoic and early Cenozoic Iberian lizard assemblages. Palaeontologia Electronica 2.20A: 1-22.
  • Bolet, A. and Evans, S.E. 2013. Lizards and amphisbaenians (Reptilia, Squamata) from the late Eocene of Sossís (Catalonia, Spain). Palaeontologia Electronica 1.8A: 1-23pp.
  • Bolet, A. and Augé, M. 2014. A New Miniaturized Lizard From the Late Eocene of France and Spain. The Anatomical Record 297(3):505-515. DOI: 1002/ar.22855
Last modified on Viernes, 23 Junio 2017 12:37
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