El lince ibérico (Lynx pardinus) es la especie de félido más amenazada del mundo según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). A comienzos del siglo XXI, la especie se encontraba en grave riesgo de extinción, pero gracias a los enormes esfuerzos de conservación de los últimos 20 años fruto de un programa LIFE financiado por la Unión Europea, en el último censo se alcanzaron casi los 900 ejemplares en libertad. Actualmente, su distribución se limita a determinadas zonas del Parque Nacional de Doñana y otros pequeños reductos en el sur de la península ibérica y Portugal. Sin embargo, el futuro de esta pequeña especie de félido es incierta debido a la reducción de su hábitat y la dependencia del conejo de campo, también en recesión y amenazado por varias enfermedades infecciosas.
Si bien el conocimiento de la biología y ecología de esta especie han sido elementos clave para su recuperación, su historia evolutiva y su origen como especie era bastante desconocida. Ahora, el artículo publicado en Quaternary Science Reviews por personal investigador de la Sapienza Università di Roma y el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) describe distintos restos fósiles de 40.000 años de antigüedad de esta especie en el yacimiento de Ingarano (cerca de Foggia, en el sureste de Italia). El estudio incluye varios cráneos extraordinariamente bien conservados que han permitido asignar los restos de forma indudable a la especie ibérica gracias a los detalles observados en las imágenes obtenidas por tomografía computarizada.
Cráneo fósil de Lynx pardinus (derecha) y modelo 3D del cráneo y la mandíbula (izquierda) obtenido mediante tomografía computarizada (Dawid A. Iurino / Sapizenza Università di Roma).
El estudio demuestra que hace unos 600.000 años, el lince salió de la península ibérica y colonizó todo el sur de Francia hasta llegar a Italia donde sobrevivió hasta hace unos 40.000 años. "No sabemos cuáles fueron las causas precisas de su extinción en el resto de Europa, pero no están relacionadas con la actividad humana", comenta Joan Madurell, paleontólogo del ICP que ha participado en la investigación. Los estudios de ADN fósil de esta especie revelan que hace unos 40.000 -50.000 años su diversidad genética ya era bastante baja, lo que podría haber limitado su capacidad de adaptación a nuevos ambientes.
Desde el año 2010, Madurell estudia la historia evolutiva del lince ibérico. "Hasta hace relativamente poco se creía que esta especie había aparecido hace apenas unos 40.000 o 50.000 años", explica. La localización de restos de lince de una antigüedad de 1,6 millones de años en un yacimiento de Gavà (Barcelona) en 2015 permitió constatar que su origen se remonta a tiempos mucho más lejanos. "Creemos que hace aproximadamente 1,8 millones de años, coincidiendo con un periodo de glaciación, el lince quedó aislado en la península ibérica", comenta Madurell. Aquí se habría tenido que adaptar a cazar presas de menor tamaño, como los conejos, y este hecho explicaría que su tamaño corporal disminuyese en comparación con el lince boreal que habitaba en el resto del continente.
A diferencia del lince ibérico (Lynx pardinus), el lince boreal (Lynx lynx) es una especie ampliamente distribuida en la actualidad por los bosques europeos y siberianos. Hasta mediados del siglo pasado todavía vivían algunos individuos en los Pirineos que acabaron desapareciendo debido a la caza. Es un poco mayor (pesa entre 17 y 20 Kg. mientras que el ibérico oscila entre los 13 y los 17 kg.). Los ejemplares de Ingarano, sin embargo, habrían sido bastante más grandes que los que actualmente sobreviven en la Península.
Además de Madurell, el equipo de investigación que ha llevado a cabo el estudio incluye Raffaele Sardelli y Beniamino Mecozzi (Sapienza Università di Roma) Dawid A. Iurino y Marco Cherin (Università di Perugia), Marco Pavía (Università di Torino), Alberto Boscaini (CONICET), Loic Costeur (Naturhistorisches Museum Basel) y Antonio Profico (York University).
Imagen principal. Cráneo original restaurado digitalmente (izquierda) y recreación del aspecto en vida (derecha) del ejemplar de Lynx pardinus de Ingarano. (Dawid A. Iurino / Sapienza Universitá di Roma)
Artículo original: Mecozzi, B., Sardella, R., Boscaini, A., Cherin, M., Costeur, L., Madurell-Malapeira, J., Pavia, M., Profico, A. 2021. The tale of a short-tailed cat: new outstanding Late Pleistocene fossils of Lynx pardinus from southern Italy. Quaternary Science Reviews. DOI: 10.1016/j.quascirev.2021.106840