El dodo (Raphus cucullatus) representa uno de los ejemplos más conocidos de extinción causadas por los seres humanos. Era una gran ave no voladora endémica de la isla Mauricio y el último ejemplar se documentó en 1693, menos de cien años después de que los holandeses colonizaran la isla. Las ratas y otros depredadores introducidos por los humanos tuvieron un efecto devastador sobre los huevos y las crías. A pesar de su importancia en la cultura popular, se sabe muy poco sobre esta especie desde una perspectiva científica y de las colecciones del siglo XVII no se ha conservado ningún esqueleto completo.
Entre los años 1899 y 1910 un barbero y naturalista aficionado francés Etienne Thirioux encontró un esqueleto completo y otros restos parciales de esta especie en las Islas Mauricio que ahora han sido utilizadas para crear el primer atlas anatómico tridimensional del dodo gracias a modernas técnicas de escaneo láser. Este atlas, publicado en la Society of Vertebrate Paleontology Memoir "es el tratado más amplio y completo sobre anatomía del esqueleto del dodo y representa el esfuerzo de un amplio equipo de científicos internacionales durante más de cinco años" explica Hanneke Meijer, investigadora de los Países Bajos que contribuyó al proyecto durante una estancia en el Institut CatalÀ de PaleontologIa Miquel Crusafont (ICP) y que actualmente trabaja en la Universidad de Bergen (Noruega).
Atlas 3D del dodo (Aves 3D on Sketchfab)
El dodo era un pájaro enorme que podía llegar a hacer un metro de alto y pesar unos 18 kilos. Pertenecía a familia Columbidae en la que, curiosamente, pertenecen pájaros relativamente pequeños como las palomas y las tórtolas. El nuevo atlas es el primero que muestra las proporciones relativas exactas del animal e incluye algunos huesos previamente desconocidos, como la rótula, el tobillo y huesos de la muñeca y se ha puesto a disposición del gran público a través de internet. El estudio de los especímenes en 3D también ha permitido hacer simulaciones de cómo este gran animal se desplazaba.
"El cráneo del dodo es tan grande y su pico tan robusto que es fácil de entender que los primeros naturalistas lo relacionaran con los buitres u otras rapaces antes que con una paloma", explica Meijer. Los antepasados del dodo llegaron a Mauricio hace unos 8 millones de años. A menudo las especies en las islas evolucionan de forma bastante diferente a como lo hacen en el continente y, en el caso del dodo, perdió la capacidad de volar, probablemente debido a la ausencia de depredación. A pesar de lo que se pueda aspecto pueda sugerir, era una especie perfectamente adaptada a su entorno.
Reconstrucció del segle XVII d'un dodo (Wikimedia Commons)
El estudio multidisciplinar sobre esta ave ha permitido entender qué aspecto tenía el ecosistema donde vivió esta especie y porque muchos vertebrados desaparecieron durante el cambio climático que se produjo hace 4.200 años, principalmente como consecuencia de la escasez de agua y permite estimar el actual cambio climático sobre la fauna. "Las especies confinadas en las islas son mucho más sensibles a los cambios ambientales, especialmente por la falta de agua y la salinización y contaminación del agua durante las sequías", explica Kenneth Rijsdijk, investigador de la Universidad de Amsterdam que también ha participado en el estudio.
+ info: Rijsdijk, K. F., J. P. Hume, P. G. B. de Louw, H. J. M. Meijer, A. et al. 2015. A review of the dodo and its ecosystem: insights from a vertebrate concentration Lagerstätte in Mauritius; pp. 3–20 in L. P. A. M. Claessens, H. J. M. Meijer, J. P. Hume, and K. F. Rijsdijk (eds.), Anatomy of the Dodo (Raphus cucullatus L., 1758): An Osteological Study of the Thirioux Specimens. Society of Vertebrate Paleontology Memoir 15. Journal of Vertebrate Paleontology 35(6, Supplement). DOI: 10.1080/02724634.2015.1113803
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