Josep Fortuny lidera una investigación publicada en la revista ‘Acta Palaeontologica Polonica’ en la que se describe un nuevo género y especie de capitosaurio. Estos fósiles son los restos de anfibio más antiguos de Cataluña. La investigación, además, propone una nueva filogenia para este grupo de anfibios extintos.
El laberintodonte del Montseny, también conocido como capitosaurio, era ya un anfibio conocido en el Vallès, a pesar de que vivió hace unos 240 millones de años. El estudio que se ha publicado recientemente, en el que han participado Josep Fortuny y Ángel Galobart del ICP y Carlos de Santisteban de la Universidad de Valencia, le da nombre y describe con detalle los restos encontrados hasta el momento. La investigación muestra que las características de los espécimenes recuperados en el Montseny, parque natural cercano a Barcelona, no se ajustan a ninguna especie de capitosaurio conocida hasta el momento y, por tanto, los autores le dan nombre con un nuevo género y especie,Calmasuchus acri.
El hallazgo de restos de laberintodonte en el Montseny, concretamente en el yacimiento de La Móra, es ya antiguo, de hace más de 20 años. Los restos, sin embargo, se asignaron inicialmente al género Parotosuchus. Los laberintodontes reciben este nombre por la estructura interna de sus dientes, que parece un laberinto. Más adelante, este grupo de anfibios han pasado a llamarse capitosaurios.
El trabajo publicado recientemente revisa esta descripción, mediante el estudio de los restos recuperados en los años 90 del siglo pasado y nuevos restos inéditos recuperadas en excavaciones más recientes realizadas en el año 2008. La investigación, que se basa en los datos mecánicos extraídos durante la preparación del fósil así como de nuevos datos a partir de tomografías computarizadas, concluye que el capitosaurio del Montseny es, de hecho, el espécimen tipo de Calmasuchus acri, que describe un nuevo género y una nueva especie.
Los investigadores le han bautizado así por el Pla de la Calma, topónimo de la localidad donde se encuentra el yacimiento, y por la dureza de la matriz en la que se encontraban incrustados los fósiles (acre, en latín quiere decir duro o fuerte). El espécimen estudiado por Josep Fortuny hacía un metro y medio de largo y tenía un cráneo de cuarenta centímetros de longitud. Los capitosaurios fueron muy abundantes durante el Triásico de todo el mundo, pero este es el único recuperado en la Península Ibérica.
Por otra parte, Josep Fortuny y sus colaboradores han estudiado también las relaciones filogenéticas de este nuevo taxón con el resto de capitosaurios conocidos-o dicho de otra manera, han estudiado las relaciones de parentesco. Concluyen que el grupo de los capitosaurios tiene siete sinapomorfías, es decir, siete nuevos rasgos evolutivos compartidos por al menos dos miembros de este grupo. Además, sitúan los géneros Cyclotosaurus-Tatrasuchus(conocidos en Alemania y Polonia) y Eryosuchus-Mastodonsaurus (conocidos en Rusia y Alemania) como los taxones más cercanos a Calmasuchus.
Algunos detalles del estudio filogenético
El estudio se basa en los datos de 26 especies diferentes, entre los que hay espécimenes de todo el mundo, pertenecientes al grupo de los capitosaurios y su grupo hermano los trematosaurios. Hay también tres especies de otros grupos más lejanos filogenéticamente.
Para cada espécimen se evalúan 53 caracteres morfológicos. Tenemos pues una matriz de 26x53, donde el análisis filogenético (de parentesco) identifica estadísticamente qué grupos y especies representan ancestros y descendientes de los capitosaurios. En este caso, el análisis de estas especies y de los datos morfológicos mostró que el ancestro de todos los capitosaurios es probablemente una forma conocida como Wetlugasaurus angustifrons, que vivió en Rusia a principios del período Triásico. Por su parte, el capitosaurio del Montseny se encuentra emparentado con formas europeas, siendo el género Parotosuchus un posible antecesor de Calmasuchus. Este último, por su parte, sería ancestro de los géneros Cyclotosaurus, Tatrasuchus, Eryosuchus y Mastodonsaurus.
El famoso Laberintodonte del Montseny
El laberintodonte del Montseny protagonizó en el año 1995 una exposición en el Museo de Ciencias Naturales La Tela de Granollers, y ha sido también expuesto en el Museo del ICP en Sabadell. En la imagen anterior se puede ver una reconstrucción hecha en 1995. De investigaciones más recientes sabemos, sin embargo, que la forma de las patas no se ajusta a la de los capitosaurios. Y gracias al estudio que recoje este artículo se podría mejorar también la forma del cráneo.
El yacimiento paleontológico de La Móra
El yacimiento de La Móra (Tagamanent, Barcelona) data del Triásico medio, más concretamente del Anisiense, de hace unos 240 millones de años. En este yacimiento se han recuperado los restos de anfibio más antiguos de Cataluña.
La Móra se descubrió en 1989 un poco por casualidad, como tantos otros yacimientos en todo el mundo. Fueron dos excursionistas aficionados a la arqueología, Emilio Ramon y Pedro Font, que enseguida lo dieron a conocer al Museo de Ciencias Naturales La Tela de Granollers. El hallazgo llegó rápidamente a la Consejería de Cultura de la Generalitat de Catalunya, quien pidió al antiguo Instituto de Paleontología de Sabadell que iniciara las primeras excavaciones. El resultado fueron cientos de restos craneales y postcraneales de capitosaurio. También se encontraron restos de reptiles de tipo arcosaurio, emparentados con los actuales cocodrilos, y de procolofónidos, con una forma similar a los actuales lagartos, pero sin ningún tipo de relación de parentesco.