Muchos linajes diferentes de reptiles marinos que vivieron antes y durante la era de los dinosaurios poseían cuellos extremadamente largos, a menudo más del doble de la longitud de su cuerpo. Esta particular morfología corporal incluso parece que inspiró la leyenda de "Nessie", el monstruo del lago Ness. Durante más de 200 años, los paleontólogos han especulado sobre si estos reptiles marinos de cuello largo eran especialmente vulnerables al ataque de grandes depredadores, pero no se habían encontrado fósiles que respaldasen esta idea. Hasta ahora.
Los paleontólogos Stephan Spiekman (del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart, SMNS) y Eudald Mujal (del SMNS e investigador asociado al Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont, ICP) dieron con dos ejemplares fósiles del reptil marino del Triásico Tanystropheus, de una antigüedad 242 millones de años. Observaron que los cuellos de estos dos animales estaban completamente separados del cuerpo y mostraban marcas haber sido mordidos por depredadores. Estos fósiles representan la primera evidencia clara que a pesar del enorme éxito evolutivo de estos largos cuellos —frecuentes en muchas especies de reptiles marinos— esta particularidad anatómica también era un punto débil que los hacía vulnerables. La investigación ha sido publicada hoy en la revista Current Biology.
“De las diversas formas de reptiles marinos, Tanystropheus es quizás uno de los ejemplos más extraños: tenía un cuello tres veces más largo que su torso, pero con solo 13 vértebras extremadamente alargadas. Esto hacía que su cuello fuera particularmente largo, delgado y rígido. Lo más probable es que lo utilizara para atrapar a sus presas mediante una estrategia de emboscada”, explica Spiekman, experto en reptiles triásicos y coautor del artículo de investigación. Se conocen dos especies Tanystropheus de hace 242 millones de años que vivieron en un mar poco profundo en la frontera entre lo que ahora es Suiza e Italia. Una de las especies no medía más de 1,5 metros de largo y probablemente se alimentaba de crustáceos y otros invertebrados. La otra especie podía alcanzar los 6 metros de largo y se alimentaba de peces y cefalópodos.
Encontrar evidencias de interacciones depredador-presa en el registro fósil es muy excepcional. "Los fósiles que hemos estudiado son una evidencia directa de decapitación por depredación en reptiles marinos de cuello largo. Los especímenes representan las dos especies de Tanystropheus y, en ambos casos el cuello fue cercenado por completo”, comenta Eudald Mujal, coautor del estudio y especialista en tafonomía y en interacciones tróficas. “El tipo de fractura abrupta de los huesos junto con la disposición marcas de mordedura sugieren que los cuellos fueron seccionados de un solo mordisco”, explica el investigador. El hecho que estas lesiones se hayan documentado en ejemplares de especies distintas sugiere que el cuello largo podía representar una debilidad funcional en este grupo de animales en ciertas ocasiones.
Cráneo y cuello de la especie grande de Tanystropheus (Tanystropheus hydroides). El espécimen se encuentra en el Instituto Paleontológico de la Universidad de Zúrich, en Suiza. (Stephan Spiekman)
La ausencia del cuerpo en ambos especímenes sugiere que los depredadores que los cazaron probablemente se alimentaron de él, dejando de lado el cuello y la cabeza. La excelente conservación de los restos y la falta de marcas de mordeduras permiten descartar que los animales fueran pasto de los carroñeros sino al contrario, que fueron cazados de forma activa. “La especie pequeña de Tanystropheus podría haber sido decapitada por distintos depredadores, desde un gran pez a otro reptil marino. En cambio, para la especie grande hay menos candidatos posibles”, explica Spiekman. Los investigadores sospechan de Nothosaurus giganteus, un ancestro de gran tamaño de los plesiosauros como responsable de su muerte.
Los paleontólogos Eudald Mujal (izquierda) y Stephan Spiekman (derecha), en las reservas del Museo de Historia Natural de Stuttgart. (Liliana Reinöhl / © SMNS)
Tanystropheus fue una especie con un relativo éxito evolutivo. Vivió durante al menos 10 millones de años y se han encontrado restos fósiles en Europa, Oriente Medio, China, América del Norte y posiblemente América del Sur. Los fósiles empleados en el estudio provienen del yacimiento Monte San Giorgio, cerca de la frontera entre Suiza e Italia y rodeado por el norte por el lago Lugano. Es uno de los yacimientos más importantes de fósiles marinos del Triásico Medio y ha sido designado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los fósiles de Tanystropheus se encuentran depositados en la Universidad de Zurich.
Imatge principal: Recreación de un ejemplar de Tanystropheus siendo atacado por Nothosaurus giganteus uno de sus posibles depredadores. (Roc Olivé / © Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont. Con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Economía, Industria y Competitividad).
Artículo original:
- Spiekman , SNF, & Mujal , E. (2023). Decapitation in the long-necked Triassic marine reptile Tanystropheus. Current Biology, 33. DOI: https://doi.org/10.1016/j.cub.2023.04.027