De crisis hablamos todos, paleontólogos o no. Pero en las últimas semanas la forma en que el ICP se enfrenta a la crisis ha despertado el interés entre diferentes públicos. El periodista Antonio Madridejos firmaba hace poco una noticia en El Periódico para mostrar cómo diferentes centros de investigación catalanes combaten la crisis. Y en una charla del director del ICP, Salvador Moyà, ante un grupo paleontólogos españoles surgía la discusión sobre cómo el modelo de gestión de los centros de investigación es una herramienta o un obstáculo más para afrontar esta crisis, que amenaza en convertirse en una de las más largas de nuestra historia reciente.
Por ello, en esta entrevista repasamos con Salvador Moyà la crisis en el ICP. Cómo nos afecta, cómo la estamos combatiendo y cómo vemos el futuro.
P: Empecemos por el principio. ¿Cómo afecta esta crisis que estamos viviendo al ICP, y qué estrategias se han puesto en marcha para combatirla?
Salvador Moyà (SM): La crisis nos ha afectado, como lo ha hecho a todos los centros de investigación, en tanto que hemos visto reducido nuestro presupuesto anual. También nos ha afectado la reducción de las subvenciones vía becas -predoctorales y postdoctorales- y vía proyectos tanto de la Generalitat como del Estado. Y parece que todavía hay que reducir más. Seguro que esto pondrá trabas a nuestra capacidad para conseguir recursos competitivos.
A nivel de estrategias para combatir la crisis, esencialmente son dos: aplicar al mayor número posible de convocatorias nacionales e internacionales para maximizar los recursos competitivos y convertir en servicios aquellas habilidades y competencias en las que somos expertos y que pueden ser útiles para otros centros de investigación, o para otras instituciones y empresas. Un ejemplo sería el proyecto del TAC, pero tenemos otros.
P: El hecho de que el ICP es un centro del programa CERCA de la Generalitat de Catalunya, con lo que ello implica a nivel de su modelo de gestión, ¿es una ventaja o un inconveniente a la hora de afrontar la crisis?
SM: Sin duda es una ventaja. Por un lado porque la Institución CERCA tiene como objetivo el fomento de la buena investigación en nuestro país. De hecho, por eso la Generalitat nutre con recursos y de la estructura necesaria para hacer eficiente la investigación a través de los centros CERCA. Por otro lado, porqué el modelo de gestión de estos centros permite reaccionar rápidamente a las dificultades en épocas como las actuales.
Una estructura menos flexible podría hacer gripar el funcionamiento de un centro, dificultando aún más la reacción a la crisis. La estructura que proponen los centros CERCA permite hacer cambios en su dimensión y en su actividad con la suficiente rapidez como para adaptarnos a la nueva situación, concentrarnos en la búsqueda de nuevos recursos y a la vez mantener la calidad de la investigación, a la espera de tiempos mejores que nos permitan volver a crecer. Esta flexibilidad no la tienen muchos otros centros ni en Cataluña ni en el resto del Estado, y cuando conocen el modelo de gestión del ICP lo envidian, porque se ven mermados de oportunidades.
P: ¿Pero de dónde saca los recursos un centro como el ICP, que no tiene una serie de empresas interesadas por la explotación de nuestros resultados de búsqueda?
SM: Sí, hoy en día es un inconveniente hacer investigación básica y no investigación bio, nano, tecno, ... La paleontología no podrá nunca competir en este sentido con otros centros para obtener recursos privados. Por eso nos hace falta mucha imaginación para sondear quien -ya sean entidades públicas o privadas- puede necesitar de la paleontología para activar su negocio.
Hemos identificado que entre ellas pueden haber centros de interpretación o museos en el territorio que quieran hacer de la paleontología una atracción para el turismo científico-cultural de calidad. El ICP se convierte en este caso en un socio inmejorable ya que puede facilitar no sólo el conocimiento científico, sino también técnico, para desarrollar este tipo de proyectos.
También estamos haciendo de nuestros laboratorios un servicio para otros centros de investigación o de conservación y divulgación de la paleontología. Tenemos, por ejemplo, un taller de restauración no sólo bien equipado sino también dotado de un personal experto y muy cualificado, que ahora mismo son un referente a nivel internacional en la conservación de colecciones de historia natural. La restauración de la ballena del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona es uno de los ejemplos recientes más importantes de cómo un laboratorio de investigación puede dar servicio a otras instituciones.
Un segundo ejemplo es el TAC, el tomógrafo que estamos a punto de instalar en nuestra sede en Sabadell, que será el más grande de España. Lo diseñamos y desarrollamos a medida, para poder hacer escáneres de alta resolución de piezas fósiles grandes. Pero también tuvimos en cuenta las necesidades que podrían tener otros usuarios potenciales, y una vez esté en marcha pensamos que podría convertirse en una entrada de nuevos recursos.
P: Estos servicios, y otros que se puedan poner en marcha, ¿son de alguna manera la solución a la crisis?
SM: No, la solución no es. La investigación básica siempre deberá subvencionarse y en una contribución importante por parte de la administración. Esto es así aquí y en cualquier otro país del mundo. Ahora bien, en la medida que la paleontología pueda ofrecer servicios o bien pueda obtener otros recursos vía patrocinio -que es la otra vía que estamos empezando a explorar- es necesario desarrollar nuevas vías de financiación. Todo esto son recursos que pueden ayudar a la sostenibilidad de la investigación.
P: ¿Y cuál ha sido la respuesta de los investigadores, y del personal técnico y administrativo del centro?
SM: Evidentemente inicialmente de preocupación, de preguntarse cómo sobrevivir a los recortes. Pero ha habido una segunda reacción, que es la que a mí personalmente me ha gustado muchísimo, que es que cuando en diferentes reuniones hemos pedido a los investigadores y al resto del personal que a pesar de todo tenemos que demostrar que podemos seguir haciendo bien nuestro trabajo, pues lo han hecho con creces. ¡Una reacción fantástica! Este año, a pesar de las dificultades, ha sido el año más productivo desde la creación del ICP.
P: ¿Y qué pasa con la difusión? El ICP es un centro singular en este sentido, porque tiene también un Museo. ¿Cómo sobrevive bajo estos baremos de eficiencia y recorte de recursos?
SM: Todos los centros tienen el reto de difundir su investigación, es una de las herramientas de retorno social más importantes. Nosotros tenemos la gran suerte de tener un Museo para hacerlo. Por qué tenemos un museo es fácil de entender. Nuestra investigación necesita de colecciones paleontológicas. De hecho, es en la riqueza de estas colecciones que se sostiene uno de los pilares de una investigación de calidad en paleontología. A partir de estas colecciones y de la investigación pusimos en marcha hace unos años un proyecto renovado para explicar la investigación que hacemos en el ICP, y es un proyecto que ha ido arraigando en Sabadell y en toda Cataluña. De ninguna manera lo podemos dejar caer. Como todos, está sufriendo los recortes, pero luchamos por mantenerlo y para aumentar su calidad y eco.
P: Bueno, para terminar, la pregunta que los trabajadores del ICP pero también todos los que amamos y valoramos la paleontología y la ciencia queremos hacer: ¿cómo ves el futuro del ICP?
SM: La crisis pasará, más tarde o más temprano. Y en este tiempo, pese a las dificultades, habremos aprendido muchas cosas, sobre todo cómo optimizar recursos y afinar más nuestros objetivos. Esto nos prepara seguro para afrontar el futuro. Además, nuestro gran reto a corto-medio plazo es asociarnos con otros centros de investigación en paleontología de vertebrados, tanto a nivel del Estado español como a nivel internacional.