Texto e imágenes de Bernat Vila y Albert Sellés.
"El pasado 10 de octubre iniciamos el viaje hacia la Patagonia argentina con el objetivo de fortalecer la colaboración con investigadores del CONICET argentino, con quienes compartimos la pasión por descubrir la evolución de los dinosaurios. Uno de estos grupos de dinosaurios, los saurópodos titanosaurios ―grandes herbívoros de cuello y cola larga―, vivieron durante el final del Cretácico en todo el mundo, y nuestro interés radica en esclarecer las relaciones de parentesco que existieron entre las familias al final de ese período, justo antes de su extinción. También nos interesa conocer la historia biogeográfica que podría explicar su presencia en continentes tan distantes como Europa y América del Sur.
Bien, después de un largo periplo de vuelos, la representación del ICP llegamos a la ciudad de General Roca (Provincia de Río Negro) y comenzamos la primera fase del proyecto, que consistía en la excavación de un yacimiento único descubierto hace unos quince años. Temprano por la mañana, nos reunimos en las puertas del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN) con todo el equipo, compuesto por investigadores, docentes y estudiantes del mismo instituto, así como técnicos del Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF). Finalmente, cargamos todo el equipamiento en furgonetas todoterreno.
Primera parada: campamento base, ubicado al sur de la ciudad, desde donde durante diez días, y a través de caminos abiertos en medio de la estepa patagónica, nos trasladábamos al yacimiento para excavar. La estancia en el campamento base no fue como la que acostumbramos a tener en nuestras excavaciones en los Pirineos catalanes; esta vez la hicimos en tiendas de campaña, en un puesto rodeado de vacas, caballos, ovejas y gallinas, y donde contábamos con agua que habíamos transportado en bidones pero no con electricidad. Algunas tardes nos acompañaba un entrañable puestero, el señor Fernando, un sabio de la Patagonia con quien compartíamos conversaciones alrededor del fuego mientras preparábamos el asado.
Cada mañana íbamos al yacimiento cruzando caminos polvorientos hasta llegar a un paraje espectacular que nuestros colegas argentinos llaman El Valle de los Titanos. El yacimiento nos dejó totalmente asombrados, ya que es en realidad un área con decenas de puntos con fósiles, que conforman un extenso valle muy rico en restos de dinosaurios. La abundancia es tal que prácticamente encontrábamos fósiles de dinosaurios por donde mirábamos. Excavamos durante todo el día a pleno sol y a una buena temperatura (octubre en Argentina es primaveral) y la campaña, la tercera en pocos años, fue un auténtico éxito con más de 100 huesos identificados, incluyendo huesos de las extremidades (fémures, tibias, radios, ulnas), de la pelvis (ísquiones), vértebras (del cuello, del tronco, de la cola), costillas y dientes. La acumulación de huesos es tan abundante que prácticamente no podíamos excavar y delimitar un hueso sin descubrir uno o dos más a su alrededor. Y con tanta abundancia, fue necesario aplicar un sistema de cartografía preciso, siendo nosotros dos los encargados de coordinar cada una de las piezas con una estación total. De esta manera, en los próximos años, los cientos de huesos que irán apareciendo podrán ser situados en un entorno en 3D, con una ubicación precisa. La gran mayoría de los huesos pertenecen a titanosaurios, algunos de gran tamaño, aunque también se identificaron huesos y dientes de grandes carnívoros. Todo esto confirma el enorme potencial del yacimiento, que sin duda habrá que explorar en los años venideros.
Bernat Vila durante los trabajos de excavación en el Valle de los Titanos.
Después de once días de campo, una buena ducha nos rehabilitó para continuar examinando fósiles de la misma localidad en el Museo Patagónico de Ciencias Naturales, en la ciudad de General Roca. Midiendo, describiendo y creando modelos tridimensionales de las piezas, comenzamos el estudio del material que se había extraído años atrás en la misma localidad. Las primeras conclusiones apuntan a novedades importantes –como la presencia de varios individuos de diferentes tamaños!– y también a la necesidad de continuar excavando en el yacimiento.
Albert Sellés, contemplando una vértebra caudal de titanosaurio en las colecciones del Museo Patagónico de Ciencias Naturales.
Con poco tiempo, hicimos las maletas y emprendimos el viaje de regreso a Cataluña con la convicción de seguir explorando este valle rico en dinosaurios en un futuro muy cercano!"
El equipo de investigación excavando en El Valle de los Titanos.
Imagen principal: El equipo de investigación del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN), The Chinese University of Hong Kong (Hong Kong, China), Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (Sabadell), Museo Egidio Feruglio (Trelew, Argentina) y el Museo Ernesto Bachmann (Villa el Chocón, Argentina) y de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) excavando en el yacimiento de El Valle de los Titanos.