La revista Geobios acaba de publicar un volumen especial dedicado a la figura del paleontólogo francés Pierre Mein. El ICP participa en este homenaje con la publicación de cuatro artículos científicos.
La extensa y exitosa carrera de Mein ha llevado Geobios a publicar un volumen especial con artículos de científicos de todo el mundo. El objetivo es rendir homenaje a un hombre que, a pesar de realizar grandes descubrimientos y desarrollar numerosas metodologías en paleontología, ha pasado muchas veces desapercibido. Entre los artículos publicados figuran un buen número de investigadores del ICP que quieren rendir homenaje a quien les ha servido de inspiración y ayuda en la búsqueda de pequeños mamíferos.
La contribución del ICP
El artículo que firma David M. Alba, conjuntamente con otros investigadores del ICP, describe una nueva subespecie del tragúlido Dorcatherium Naui, que recibe el nombre de Dorcatherium Naui meini. Los tragúlidos son pequeños artiodáctilos primitivos sin cuernos. Vulgarmente conocidos como ciervos de agua (aunque no son cérvidos), muchas de las especies fósiles se incluyen en el género Dorcatherium, que presenta numerosas similitudes con el actual Hyemoschus aquaticus africano. A diferencia de otros artiodáctilos, estos tragúlidos viven siempre en climas húmedos y cerca del agua, donde se refugian para escapar de los depredadores. Por tanto, la presencia de este tragúlido en el vertedero de Can Mata confirma la existencia de hábitats forestales húmedos en esta zona haciafinales del Mioceno Medio, hace unos 12 millones de años (Ma). Ahora bien, su rareza y distribución discontinua, como pasa también con los primates, sugiere que estas condiciones podrían haberse dado sólo de forma intermitente.
Isaac Casanovas lidera un artículo, con otros investigadores del ICP y de la Universidad de Florencia, en el que se describen los roedores que habitaban Cerdeña hace unos 8 millones de años. En aquellos momentos, Cerdeña y buena parte de Italia definían un archipiélago de islas donde habitaba una fauna muy particular. Destaca el homínidoOreopithecus bambolii, con adaptaciones próximas al Hispanopithecus, más conocido como Jordi, que incluyen rasgos habituales del bipedismo combinados con rasgos característicos de los trepadores. Este tipo de adaptaciones resultan de su evolución en un medio aislado. Los roedores contemporáneos no son tan extraños, pero presentan un tamaño notablemente mayor que sus parientes del continente.
El estudio publicado por Marc Furió y otros investigadores del ICP se centra en los fósiles de dientes de insectívorosencontrados en 2003 en el yacimiento donde se describió el primate Pierolapithecus catalaunicus (Pau). En el Mioceno, en el momento de deposición de los sedimentos del Barranco de Can Vila 1, vivían otros insectívoros, a parte de las actuales musarañas, topos y erizos, sin representantes actuales. Es el caso del Plesiodimylus Chantrea, un pequeño mamífero de la familia de los dimílidos, que se caracterizaba por tener los dientes hinchados y no tener terceras molares (las muelas del juicio). Otro insectívoro es Dinosorex zapfei, un primo hermano de las musarañas actuales, pero 5 veces mayor. El resto de insectívoros eran Talpa minuta, Parasorex socialis, Galerix exilis y un par de especies de musarañas arcaicas. En conjunto, esta asociación parece indicar la presencia de condiciones boscosas y húmedas, a diferencia de otras localidades de edad similar del sur y centro de la Península Ibérica. La identificación de esta asociación representa el primer estudio exclusivo sobre insectívoros del Mioceno del Vallés-Penedés llevado a cabo en los últimos 35 años. El último trabajo lo había publicado el desgraciadamente desaparecido Dr. Josep Gibert, investigador del antiguo Institut de Paleontologia Miquel Crusafont.
El investigador del grupo de investigación de Faunas del Neógeno y Cuaternario del ICP Jan van Dam publica, junto con colegas holandeses, un artículo donde se describe un nuevo y peculiar género de musarañas (Soricidae) del Mioceno encontradas en las cuencas de Teruel y Calatayud-Daroca. Más de 160 de dientes aislados de este nuevo género y especie, llamado Turiasorex pierremeini, fueron encontrados en sedimentos datados entre hace 13 y 10 Ma. Los dientes encontrados tienen una relación longitud-anchura pequeña, indicador de un hocico relativamente corto. Teniendo en cuenta que la mayoría de musarañas tienen un hocico largo para buscar insectos entre la vegetación, elTuriasorex pierremeini podría haber tenido otro estilo de vida, por ejemplo haciendo uso de las madrigueras de otros mamíferos. Su dieta, por lo tanto no sólo incluiría insectos, sino también gusanos y pequeños vertebrados como lagartos.
Pierre Mein
El ilustro profesor Pierre Mein, de la Universidad de Lyon, ha dedicado más de 50 años a la investigación de mamíferos fósiles. El Dr. Mein ha publicado cientos de trabajos en diferentes revistas y es editor de varios libros. Su reconocimiento científico proviene, mayoritariamente, de su propuesta de biozonación del Neógeno continental europeo. El titánico trabajo de recopilación e integración de datos que hizo con su equipo a mediados de los años 70 del siglo pasado ha convertido en un patrón de referencia para todos los paleontólogos de vertebrados que trabajan el Neógeno. Gracias a su trabajo, todo el mundo empezó a hablar un mismo idioma para ordenar los yacimientos paleontológicos, siguiendo unos criterios unificados. Aunque su propuesta de biozonación recibió críticas y ha sido objeto de mejoras y rectificaciones, las biozonas de mamíferos del Neógeno (o "MN de Mein", como son conocidas popularmente) aún son vigentes y son una herramienta muy útil para la comunicación entre especialistas. La solidez de su investigación contrasta con la humildad y la tranquilidad que desprende su persona.
