Durante muchos años, los paleontólogos han clasificado a los mamíferos fósiles como consumidores de animales o de plantas en función de un par de mediciones simples de distancia de sus dientes. Sin embargo, estas medidas podrían ser engañosas, según los resultados recientemente publicados por Jan van Dam, Josep Fortuny y LJ Van Ruijven en la revista de 'Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology' (Palaeo3).
Van Dam y Fortuny son investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), cerca de Barcelona.Van Ruijven, del Centro Académico Dental en Amsterdam (ACTA), es experto en exploración microCT, que es el escaneo por tomografía computarizada de objetos pequeños (menos de unos pocos centímetros). Por lo general, la investigación en tomografía está ligada a las enfermedades humanas, pero en el ICP se utiliza para extraer información oculta en la forma y la estructura de fósiles. Un desafío importante es expresar la forma y estructura de un diente en sólo unos pocos parámetros, con el fin de aprender acerca de lo que estos animales comieron hace millones de años.
La hipsodoncia (que mide la altura relativa de la corona dental) y la proporción de esmalte son dos parámetros muy útiles para estudiar el comportamiento en la dieta. Hasta ahora, los paleontólogos han medido la hipsodoncia como una longitud simple, la anchura y la altura, y la proporción de esmalte mirando algunas secciones transversales. La hipsodoncia se ha definido a menudo con la altura máxima, sin embargo según reivindican van Dam, Fortuny y Ruijvenel valor medio podría ser un mejor indicador de la dieta. Este parámetro se calcula en base al volumen de toda la corona dental, medida a partir de una simulación computacional. De manera similar, una proporción 2D del esmalte calculada en una sección transversal puede ser reemplazada por una proporción 3D calculada para todo el diente. La innovación es en dos sentidos: primero, el uso de técnicas de exploración 3D, tales como micro-CT, que permiten medir volúmenes dentales con alta precisión. En segundo lugar, la definición de dos nuevos índices de la dieta dentro de un mismo marco geométrico.
Ahora es necesario desarrollar una base de datos de especies, dado que los primerosresultados muestran que, utilizando este nuevo método, las posiciones relativasde los taxones en la continuidad entre los consumidores de animales y de plantas cambian. De momento se han analizado algunos roedores e insectívoros, pero elmétodo se puede aplicar a todos los mamíferos, en principio. Parece ser que en otrosgrupos, como los primates, la correlación entre hipsodoncia y grosor delesmalte es más débil, debido a que el espectro de la dieta no es tan amplio comoen micromamíferos, en los que se incluyen consumidores puros de insectos o de hierba.