Restes fòssils del costellam d'un rinoceront.

Un equipo del ICP ha recuperado decenas de restos fósiles en Gelida (Barcelona), en un yacimiento descubierto hace apenas un año en el barrio de la Valenciana. Destacan huesos de tortugas gigantes y los restos de un gran mamífero: un rinoceronte. Los trabajos continuarán hasta mediados del mes de junio, pero la excavación se cerrará este viernes. Esta tarde niños y vecinos de la zona visitarán la excavación.

En el año 2011 la construcción de una rotonda y la ampliación del arcén de la carretera que va desde Gelida a Sant Sadurní d'Anoia, en la provincia de Barcelona, dejó al descubierto el antiguo yacimiento paleontológico de la Valenciana, que toma el nombre de este barrio de Gelida. Los restos de huesos pasaron inadvertidas a los obreros y los vecinos, pero afortunadamente no al equipo de paleontólogos del ICP que exploraba la zona y que redescubrió este yacimiento.

La excavación la co-dirigen los investigadores del ICP Daniel de Miguel, Joan Madurell e Isaac Casanovas, y cuenta con la colaboración del investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid Oscar Sanisidro, que es también conocido por la su labor como paleoil ilustrador.

 

Imatge del jaciment de La Valenciana durant les excavacions d'aquest mes de maig.

Hasta ahora, se han recuperado decenas de restos que incluyen huesos de tortugas gigantes y el costillar, un fémur y algunas molares de un rinoceronte. A pesar de que habrá que esperar a los trabajos de investigación que se harán desde el ICP para confirmarlo, el rinoceronte fósil seguramente pertenece al género Plesiaceratherium, del que ya se habían encontrado restos en otras excavaciones en la zona. Estos rinocerontes extintos serían de pequeño tamaño, un poco más pequeños que los actuales rinocerontes de Sumatra, la especie actual más pequeña, que puede llegar a tener una masa de unos 800 kilos (mientras que el rinoceronte blanco, en cambio, puede superar los 3.000 kilos).Plesiaceratherium, hasta donde sabemos, habría sido un rinoceronte grácil, sin cuernos y seguramente de costumbres semiacuáticas.

Para recuperar los fósiles más pequeños, todo el sedimento excavado se criba utilizando cedazos especiales. De momento ya se han identificado varias especies de roedores y algunas zarigüeyas, unos pequeños marsupiales arborícolas que aún viven en los bosques cálidos de América y que como los canguros tienen una bolsa donde llevan a sus crías. La combinación de restos de pequeños y grandes mamíferos permitirá a los investigadores reconstruir con precisión el paisaje de Cataluña durante el Mioceno inferior, así como también los animales que lo poblaban.

El yacimiento de la Valenciana corresponde a un pequeño lago que existió en esta zona durante el Mioceno inferior, hace unos 16,5 millones de años. En aquel momento la temperatura global era unos grados más alta que hoy, y en Cataluña el clima era subtropical y seco. Desde entonces el clima se ha ido enfriando, al tiempo que los hábitats y la biodiversidad que conocemos iba tomando forma. La excavación ha atraído a numerosos curiosos y vecinos de Gelida, sobre todo del barrio de la Valenciana, que no eran conscientes de que tenían un yacimiento tan importante al lado de casa. Esta misma tarde, un profesor de la localidad ha organizado en colaboración con el ICP una visita al yacimiento para los niños y vecinos de la zona.

 

Imatge d’un panda gegant actual.

Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) en colaboración con investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Valencia (UV) publican esta semana en la prestigiosa revista PLOS ONE un trabajo que describe un nuevo género de úrsido, Kretzoiarctos, que sitúa el origen del linaje del panda gigante en España hace entre 11 y 12 millones de años.

El panda gigante Ailuropoda melanoleuca, que actualmente sólo habita en China, habría evolucionado a partir de formas más basales, de las cuales los restos más antiguos se han encontrado en el Abocador de Can Mata (els Hostalets de Pierola, Barcelona) y Nombrevilla (Daroca, Zaragoza).

 

La filogenia del panda gigante, los típicos osos blancos y negros que devoran el bambú en algunas cordilleras del centro de China, ha sido objeto de debate entre biólogos y paleontólogos desde hace décadas. Gracias a los datos moleculares actualmente sabemos que es un úrsido, un taxón hermano de los osos actuales. Pero cuáles son y dónde están sus orígenes son preguntas científicas aún sin respuesta.

 

 

Dibuix de la mandíbula de Kretzoiarctos trobada a l’Abocador de Can Mata.

Hasta hace poco, los restos fósiles del Mioceno superior chino, hace entre 7 y 8 millones de años, eran los restos más antiguos de los Ailuropodinae, el grupo que incluye a los pandas actuales y las formas extintas conocidas de los panda gigantes. En los últimos años se han publicado trabajos presentando restos fósiles más antiguos de este grupo hallados en Europa, pero el registro era pobre y no permitía sacar demasiadas conclusiones. En el trabajo que acaba de publicar la revista PLOS ONE, encabezado por Juan Abella del MNCN y que cuenta con la participación de cuatro investigadores del ICP, se documentan nuevos restos de panda gigante encontradas en el Abocador de Can Mata (els Hostalets de Pierola, Barcelona), que complementan los hallados en el yacimiento de Nombrevilla 2 (Daroca, Zaragoza), y que permiten describir el género basal más antiguo de panda gigante. Kertzoiarctos es el nombre que ha recibido este nuevo panda gigante extinto, en memoria del paleontólogo griego Miklós Kretzoi, quien lideró durante muchos años las excavaciones de los famosos yacimientos de Rudabánya (Hungría).

Los restos encontrados en Zaragoza habían sido asociadas inicialmente al género Agriarctos, y habían permitido crear una nueva especie, Agriarctos Beatrix, similar a otros restos del Mioceno superior encontrados en Hatvan, Hungría. Entre estos restos, sin embargo, no había dentición inferior, lo que dificultaba la comparación con la especie tipo del género, Agriactos gaali. Pero una nueva mandíbula de la misma especie, encontrada ahora en el Abocador de Can Mata, ha permitido comparar los restos españoles con los húngaros y ha mostrado que las diferencias son suficientemente significativas como para describir un nuevo género extinto de panda gigante.

 

Restes fòssils de Kretzoiarctos trobades a l’Abocador de Can Mata (els Hostalets de Pierola, Barcelona) i a Nombrevilla 2 (Daroca, Saragossa).

Con los restos encontrados hasta ahora, el linaje del panda gigante tendría sus orígenes en la Península Ibérica, extendiéndose durante el Mioceno medio por Eurasia. Durante el Plio-Pleistoceno la distribución de este grupo se habría reducido solo a China y el sudeste asiático. Según los métodos genéticos, los ailuropodins se habrían separado de las otras subfamilias de osos actuales durante el Mioceno inferior, hace unos 20 millones de años.

+ info Abella, J., Alba, D.M., Robles, J.M., Valenciano, A., Rotgers, C., Carmona, R., Montoya, P. & Morales, J. (2012). Kretzoiarctos gen. nov., the oldest member of the giant panda clade. PLoS ONE, 7(11):e48985

 

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