Imagen principal: Recreación del aspecto de Calvarius rapidus. Roc Olivé / © Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont. Con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

Los paleontólogos del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y del Museu de la Conca Dellà (MCD), Albert Prieto-Márquez y Albert Sellés, han descrito una nueva especie de dinosaurio llamado Calvarius rapidus a partir de un hueso del pie encontrado en el Pallars Jussà (Lérida, Cataluña). Es uno de los últimos dinosaurios que existió antes de su extinción en todo el planeta. La investigación ha sido publicada recientemente en Journal of Vertebrate Paleontology. 

Recreació de l'aspecte en vida de Calvarius rapidus. Roc Olivé / © Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont. Amb la col·laboració de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología – Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

Els paleontòlegs de l’Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) i del Museu de la Conca Dellà (MCD), Albert Prieto-Márquez i Albert Sellés, han descrit una nova espècie de dinosaure anomenat Calvarius rapidus a partir d’un os del peu trobat al Pallars Jussà (Lleida, Catalunya). És un dels darrers dinosaures que va existir abans de la seva extinció a tot el planeta. La recerca ha estat publicada recentment a Journal of Vertebrate Paleontology. 

Un equipo de paleontólogos liderado por el director del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), David M. Alba, ha publicado en el Journal of Vertebrate Paleontology un fémur de pangolín de hace 16 millones de años del yacimiento de Can Cerdà, en la cuenca del Vallès-Penedès (NE península ibérica). Los pangolines actualmente viven en Asia y África, pero en el Mioceno estuvieron también presentes en Europa. El espécimen representa el primer registro de pangolines fósiles en la península ibérica.  Conserva distintas características primitivas en comparación con los actuales y se ha sido asignado al género extinto Necromanis.

Interior de la cova de Liang Bua. Hanneke Meijer.

Hanneke Meijer, investigadora asociada del ICP, ha publicado el primer estudio exhaustivo de las aves que habitaron en la Isla de Flores (Indonesia) donde en 2003 se encontró Homo floresiensis, también conocido como el Hombre de Flores o "hobbit" debido a su estatura. El artículo publicado en línea en el Journal of Vertebrate Paleontology identifica un total de 579 individuos entre los que destacan un marabú gigante y una especie de buitre ya extinguida. El trabajo describe diferencias entre las faunas de aves del Pleistoceno y el Holoceno, que los investigadores interpretan como consecuencia de un cambio climático y de la llegada de los humanos modernos en la isla.

Liang Bua es una impresionante cueva caliza de la isla de Flores, en Indonesia, que desde hace años está proporcionando una diversidad de fósiles espectacular entre las que destaca una especie de elefante pigmeo, dragones de Komodo, diferentes especies de ratas y de murciélagos y, quizás el más conocido de todos, un pequeño homínido que fue bautizado como el Hombre de Flores, Homo floresiensis. El estudio de estas enigmáticas especies a menudo han impedido que se conozcan otros grupos faunísticos muy relevantes, como es el caso de las aves, un grupo con requerimientos específicos de su hábitat, de modo que su presencia en el registro fósil puede aportar información sobre el tipo de ambiente que había en el pasado.

Hanneke Meijer, investigadora posdoctoral Beatriu de Pinós del departamento de faunas del Neógeno y Cuaternario del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP), ha publicado en la revista Journal of Vertebrate Paleontologyel estudio más exhaustivo realizado hasta ahora de las aves que habitaron en esta en la Isla de Flores durante el Pleistoceno. En el artículo, los investigadores clasificaron un total de 579 huesos de aves hasta el menor nivel taxonómico posible y asignaron 244 de estos restos a especies de aves no paseriformes (los paseriformes son las aves que popularmente llamamos "pájaros" o “aves canoras”) de 13 familias diferentes. Un 80% de las especies del Pleistoceno identificadas en el estudio aún se encuentran hoy en día en la isla, mientras que el resto corresponde a especies extintas.

 

Ossos d'ocells trobats a la cova. Hanneke Meijer.

La presencia durante el Pleistoceno de loros, vencejos, palomas, lechuzas, gavilanes o martines pescadores, entre otras especies, sugiere una diversidad de hábitats importante alrededor de la cueva en el pasado, que incluía desde bosques húmedos a prados, pasando por zonas con masas de agua como ríos o lagos y algunas zonas con bosques más abiertos. Entre las aves no paseriformes descritas en este artículo, destacan algunas especies de tamaño muy grande, como Leptoptilos robustus, un marabú gigante que podía llegar a casi los 2 metros de altura o el buitreTrigonoceps sp., lo que supone la primera evidencia de la presencia de buitres en Wallacea, la zona que comprende varias islas entre Asia y Oceanía y que es una de las áreas con mayor biodiversidad del mundo. Estos grandes carroñeros podrían haber competido entre ellos por los restos de los elefantes pigmeos que se han encontrado en el interior de la cueva, probablemente trasladados hasta allí por Homo floresiensis.

Reconstrucció a escala del marabú gegant i Homo floresiensis. Copyright NCB Naturalis/Inge van Noortwijk

Los investigadores también han detectado un cambio en las especies representadas en el registro fósil entre el Pleistoceno superior (hasta hace unos 10.000 años) y el Holoceno (desde hace 10.000 años hasta el actualidad). Al final del Pleistoceno superior, la cantidad de especies asociadas a zonas de humedales y los ambientes más húmedos disminuye. Algunas especies, como el marabú gigante L. robustus o el buitre Trigonoceps sp. desaparecen del registro fósil en esa época, mientras que otros, como la paloma imperial o la tórtola de doble collar aparecen sólo durante el Holoceno. Aunque estos cambios podrían reflejar un cambio en las condiciones locales, coincide con un cambio climático que se produjo al final del Pleistoceno, hace unos 30.000 años y que habría provocado un cambio de bosques monzónicos tropicales hacia bosques más secos y más abiertos. Esta disminución de determinadas especies, podría estar relacionada con la llegada de los hombres modernos en la isla.

Imatge actual d'una vall propera a la cova de Liang Bua. Hanneke Meijer.

Paralamente a la publicación del articulo en la revista científica, el blog de la revista de divulgació científica Scientific American publicó un article de Hanneke Meijer donde cuenta su experiencia en las exacavaciones de Liang Bua desde un punto de vista más personal. .

+ info: Hanneke J. M. Meijer , Thomas Sutikna , E. Wahyu Saptomo , Rokhus Due Awe , Jatmiko , Sri Wasisto , Helen F. James , Michael J. Morwood & Matthew W. Tocheri (2013): Late Pleistocene-Holocene non-passerine avifauna of Liang Bua (Flores, Indonesia), Journal of Vertebrate Paleontology, 33:4, 877-894.http://dx.doi.org/10.1080/02724634.2013.746941

 

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