Un estudio encabezado por el investigador Alex Blanco del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) describe la nueva especie de cocodrilo Allodaposuchus palustris de hace unos 70 millones de años en los yacimientos de Fumanya (Berguedà, Barcelona), ricos en restos de dinosaurios. A diferencia de otras especies de hábitats fluviales de este género exclusivamente europeo, A. palustris vivía en una zona de marismas costeras de salinidad variable. El hallazgo, publicado en la revista PLOS ONE, sitúa este género dentro del grupo Crocodylia, que incluye los cocodrilos, caimanes, aligátores y gaviales actuales.
Al final del Cretáceo, hace entre 72 y 66 millones de años, el área que actualmente ocupan los Pirineos presentaba un aspecto muy distinto al actual. Era una zona con un relieve muy suave, surcada por numerosos ríos y con zonas de marismas de agua dulce y salada bajo un clima subtropical que favorecía el crecimiento de unas coníferas extinguidas parecidas a los cipreses, además de palmeras, helechos y carófitos (un grupo de algas de agua dulce). En este paisaje, en el cual abundaban los últimos dinosaurios que vivieron en Europa, hay que añadir ahora la nueva especie de cocodrilo Allodaposuchus palustris, descrita por investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont(ICP).
Los hallazgos realizados en los yacimientos de Fumanya (Berguedà, Barcelona) entre los años 2004 y 2008 utilizados para describir la nueva especie incluyen restos del cráneo y del esqueleto post-craneal y permiten concluir que este género endémico de Europa no es tan primitivo como se creía. El género Allodaposuchus fue descrito en 1928 y, hasta el momento, sólo se conocían dos especies: A. precedens hallado en Rumania y A. subjuniperus, proveniente de yacimientos de Aragón. Ambas especies fueron descritas exclusivamente a partir de restos craneales, lo que provocó que se interpretasen como cocodrilos primitivos.
La descripción de esta nueva especie amplía el rango ecológico de este género. A diferencia de las dos especies conocidas anteriormente que vivían en ambientes fluviales, Allodaposuchus palustris vivía en un hábitat de marismas de agua salada, de ahí su nombre. "Esta zona de marismas era un mosaico de lagos de agua dulce donde vivían las algas carófitas, llanuras fangosas inundadas de agua salobre y pequeños pantanos donde crecían las coníferas extinguidas del género Frenelopsis, palmeras y helechos. Estos humedales eran el hábitat de peces, tortugas y rebaños de titanosaurios", explica Alex Blanco, responsable de la investigación que ha sido publicada en la revista PLOS ONE.
El nuevo hallazgo aleja el género Alladaposuchus del grupo basal de cocodrilos con los que se le relacionaba hasta ahora (los hylaeochampsidae), y lo sitúa dentro del grupo de los Crocodylia, que incluye todas las especies actuales de cocodrilos, caimanes, aligátores y gaviales. El hallazgo sugiere que las distintas especies de Allodaposuchus se originaron en el dominio Ibero-Armoricano (una isla situada en el suroeste de Europa y que estaba formada por la actual Península Ibérica y Francia) hace unos 80 millones de años, y que posteriormente se dispersó por los restos del archipiélago europeo dando lugar a distintas especies.
Unos Pirineos subtropicales poblados por titanosaurios
La descripción de la nueva especie de cocodrilo aporta nueva información sobre la fauna de esta zona que ha generado numerosas publicaciones científicas en los últimos años. El conjunto de yacimientos de Fumanya tienen una extensión de más de 38.000 m2 y son conocidos internacionalmente por sus más de 3.500 huellas de titanosaurio que quedaron al descubierto en 1985, cuando finalizó la explotación minera de esta zona. Su estudio ha permitido hacer inferencias sobre la locomoción de estos animales y han permitido reconstruir el ambiente en el que vivieron estos dinosaurios.
Otro artículo publicado hace pocos meses por el investigador del ICP Josep Marmi ha contribuido a describir la vegetación de esta zona y a asociara los titanosaurios a la misma zona de humedales costeros que Allodaposuchus palustris. A partir del estudio de diferentes niveles con huellas representados en las rocas sedimentarias que se originaron en estos humedales se han identificado dos comportamientos distintos de estos animales: en la zona con más vegetación se observa una concentración 10 veces superior de huellas, lo que parece indicar que eran zonas de alimentación. En la zona no vegetada, en cambio, hay menos huellas y los animales se desplazaban de forma más errática, aparentemente sin un objetivo concreto.
Los restos vegetales encontrados en heces fosilizadas de titanosaurios de la India serían concordantes con la vegetación que crecía en los humedales costeros de los Pirineos, de las cuales se supone que se alimentaban los titanosaurios de Fumanya.
+ info:
- Blanco, A., Puértolas-Pascual, E,. Marmi, J., Vila, B., Garcia-Sellés, A. (2014), Allodaposuchus palustris sp. nov. from the upper Cretaceous 1 of Fumanya (south-eastern Pyrenees, Iberian Peninsula): systematics, palaeoecology and palaeobiogeography of the enigmatic allodaposuchian crocodylians. PLOS ONE. doi: 10.1371/journal.pone.0115837
- Marmi, J., Vila, B., Martín-Closas, C., Villalba-Breva, S. (2014), Reconstructing the foraging environment of the latest titanosaurs (Fumanya dinosaur tracksite, Catalonia), Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 410: 380-389. doi:10.1016/j.palaeo.2014.06.007