El pasado miércoles por la tarde nos dejó nuestra colega, compañera y amiga Nieves López. Desde el Institut Català de Paleontologia queremos rendir homenaje no sólo a la paleontóloga y asesora científica del ICP, sino a la persona que ha pisado el Pirineo catalán con la misma intensidad que lo habían hecho, en su momento, los más ilustres naturalistas de nuestro país.
El recuerdo de Nieves quedará marcado en aquellos paleontólogos, jóvenes y no tan jóvenes, que por cuestiones profressionales hemos coincidido con ella, despertando en nosotros una mezcla de admiración y envidia. Admiración por la capacidad de trabajo que ha desplegado durante toda su vida científica, y por la tenacidad que desprendía en la encarnizada defensa de sus hipótesis de trabajo. Envidia, por su conocimiento y amor hacia el territorio, sólo había que pasear con ella, desde el Alt Urgell a La Ribagorça, pasando por el Pallars o La Noguera para darse cuenta que, por pequeño que fuera el lugar donde paramos, todo el mundo la conocía.
Y ahora, pocos días después de que el otoño haya traído el frío, cubriendo el Pirineo con una tela blanca, ha llegado el frío de verdad y se ha llevado a Nieves.
El Pirineo te echará de menos. La paleontología también.
Nieves López Martínez
Nacida en Burgos en 1949 catedrática de la Universidad Complutense de Madrid. Su amplio currículum contiene numerosas referencias de libros, artículos, tesis doctorales dirigidas, proyectos internacionales de investigación, etc.
Sus principales campos de estudio fueron: Paleobiogeografía, biocronología, filogenia, los micromamíferos del Cretácico Superior y Cenozoico de España, los Lagomorfos del Cenozoico de Eurasia y África, el límite del Cretácico-Terciario en los Pirineos.