© Christopher M. Smith

Un article publicat a Science per personal investigador de l’American Museum of Natural History (AMNH), l’Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) i del NYIT College of Osteopathic Medicine revela que molts dels postulats actuals sobre l’evolució humana no són compatibles amb les evidències que proporciona el registre fòssil.

Reconstrucció d'Anoiapithecus brevirostris. Marta Palmero.

Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) describen en un artículo publicado en la revista Journal of Human Evolution nuevos restos dentales de dos hembras de la especie Anoiapithecus brevirostris. Uno de los fósiles tiene entre 12.3 y 12.2 millones de años de antigüedad, lo que lo convierte en la evidencia más antigua de una especie de hominoideo (el grupo de primates que incluye los gibones, orangutanes, chimpancés, gorilas y humanos) en la península Ibérica.

En el año 2009, un equipo de investigadores del ICP dirigido por Salvador Moyà-Solà describió un nuevo género y especie de hominoideo a partir de los restos de un cráneo encontrados en el Vertedero de Can Mata, en Hostalets de Pierola (Barcelona). Bautizada como Anoiapithecus brevirostris, este fósil corresponde a un macho que vivió hace 11.9 millones de años. Su nombre en latín responde a la comarca donde fue encontrado (Anoia) y al hecho de presentar un morro corto, aunque popularmente se le conoce como Lluc. Este hallazgo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences USA, añadió una nueva especie de gran simio antropomorfo del Mioceno del Vallés-Penedés a la lista de las que ya conocidas: Pierolapithecus catalaunicus, Hispanopithecus crusafonti, Hispanopithecus laietanus y Dryopithecus fontani.

 

Cara parcial de l'espècie Anoiapithecus brevirostris descrita l'any 2009

El investigador David M. Alba, conjuntamente con otros investigadores del ICP y otras instituciones, ha publicado en la revista Journal of Human Evolution un artículo donde se describen nuevos restos dentales de Anoiapithecus brevirostris del Vertedero de Can Mata. Se trata de dos fragmentos de maxilar superior que conservan varios dientes. Uno de ellos, recuperado durante el proceso de lavado del sedimento que se extrae durante las excavaciones, procede de la misma localidad que la cara de Lluc. El otro fue recolectado el año 2002 de otra localidad que, con una antigüedad de 12.3 y 12.2 millones de años, lo convierte en el resto fósil más antiguo de un hominoideo (el grupo de primates que incluye los gibones, orangutanes, chimpancés, gorilas y humanos) de la Península Ibérica.

Diferents vistes dels fòssils d'Anoiapithecus brevirostris descrits a l'article. El fragment A correspon a l'hominoideu més antic de la península Ibèrica

Los investigadores han evaluado el grosor del esmalte de los dientes mediante microtomografía de rayos-X, una técnica no invasiva que permite ver la estructura interna de los fósiles con gran detalle, así como la morfología del seno maxilar, una cavidad craneal muy informativa desde un punto de vista filogenético. También han estudiado el tamaño y forma de los dientes, y los han comparado con las del holotipo de Anoiapithecus (el fósil que sirvió para definir la especie en su momento) y de otras especies de hominoideos fósiles de la cuenca del Vallés-Penedés. Los análisis realizados han llevado a concluir que los fósiles estudiados pertenecen a la misma especie descrita en 2009.

Aunque la morfología y las proporciones de los restos estudiados permiten confirmar que corresponden a la especieAnoiapithecus brevirostris, los dientes son ligeramente más pequeñas que las ya conocidas. Esto es especialmente evidente en el caso de la raíz de la canina (colmillo), que es bastante más pequeña que en el holotipo. Estas diferencias son habituales entre machos y hembras de muchas especies de grandes antropomorfos actuales y otros homínidos fósiles (lo que se conoce como dimorfismo sexual), lo que ha llevado a los investigadores a inferir que los nuevos restos descritas corresponden a dos individuos de sexo femenino.

El hominoideo europeo más antiguo conocido corresponde a un fragmento de diente de hace unos 16-17 millones de años, encontrado en Alemania y tentativamente atribuido al género Griphopithecus. La presencia de hasta cuatro géneros diferentes de hominoideos fósiles en la cuenca del Vallés-Penedés, en un período de poco más de 3 millones de años (un tiempo muy breve en términos geológicos), supone una extraordinaria paleobiodiversidad de grandes simios antropomorfos en el Mediterráneo occidental durante el Mioceno.

Cataluña es el único lugar de la península Ibérica donde se han encontrado fósiles de simios antropomorfos, posiblemente debido a diferencias paleoambientales respecto al resto de Iberia. Aún así, los restos fósiles de hominoideos miocenos en los yacimientos catalanes son muy escasos comparadas con las de otros mamíferos por lo que a menudo es necesario excavar grandes volúmenes de sedimentos para recuperar alguno de ellos.

Los hominoideos del Vallés-Penedés, una mezcla sorprendente de rasgos primitivos y modernos

 

A. Reconstrucció de la cara d'en Pierolapithecus, per Meike Köhler. B. Reconstrucció d'Anoiapithecus, per Marta Palmero. C. Reconstrucció de Hispanopithecus, per Ramon López. Quagga.

En conjunto, los hominoideos fósiles del Vallés-Penedés muestran una combinación única de caracteres modernos con caracteres primitivos, lo que supone que la evolución de los distintos linajes actuales de este grupo a menudo se ha producido en mosaico y en paralelo, pero a la vez dificulta en gran medida el hecho de descifrar las relaciones de parentesco de las formas extintas con los representantes actuales del grupo.

El esqueleto parcial de Pierolapithecus catalaunicus, conocido como Pau, muestra la primera evidencia inequívoca de ortógrada (tronco erecto) entre los homínidos fósiles conocidos en todo el mundo. Su cara presenta rasgos característicos que muestran su parentesco con los grandes simios antropomorfos actuales, pero a la vez el esqueleto de Pierolapithecus aún presenta características primitivas en el resto del cuerpo (por ejemplo, adaptaciones para el desplazamiento cuadrúpedo sobre las ramas).

Los restos faciales de Dryopithecus fontani muestran una morfología diferente, que en algunos aspectos recuerda la de los gorilas actuales. Además, Dryopithecus presenta un esmalte dental delgado, como el de los grandes simios africanos, aunque esto no necesariamente debe indicar un parentesco más estrecho con estos últimos. De hecho, otros restos del esqueleto muestran aún rasgos primitivos y más similares a otros grandes antropomorfos del Mioceno.

Hispanopithecus laietanus es el gran antropomorfo más antiguo que presenta adaptaciones para desplazarse suspendido bajo las ramas, como ha mostrado el estudio del esqueleto parcial conocido como Jordi, a pesar de conservar también algunas adaptaciones más primitivas al desplazamiento cuadrúpedo arbóreo.

+ info: David M. Alba, Josep Fortuny, Miriam Pérez de los Ríos, Clément Zanolli, Sergio Almécija, Isaac Casanovas-Vilar, Josep M. Robles, Salvador Moyà-Solà, New dental remains of Anoiapithecus and the first appearance datum of hominoids in the Iberian Peninsula, Journal of Human Evolution, Volume 65, Issue 5, November 2013, Pages 573-584, ISSN 0047-2484, http://dx.doi.org/10.1016/j.jhevol.2013.07.003.

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